En la tranquila penumbra de la cocina, entre el tintineo de cucharas y el aroma reconfortante del pan recién horneado, nació Cortapichas.

Fue allí, donde los cortapichas danzaban entre lechugas frescas como diminutos guardianes de la naturaleza. Ellos fueron nuestra inspiración para abrazar la sencillez y recuperar el equilibrio perdido.

Cada prenda que diseñamos es un relato que evoca la memoria de aquellos días en los que las abuelas contaban historias, secretos culinarios y las risas resonaban por toda la casa.

Son más que simples piezas de tela, son testigos visuales de nuestro compromiso apasionado con nuestra naturaleza y la conexión íntima con la tierra.